El Escriba de Nyarlathotep de David Quinto

El doctor César Bouzas vive bajo una profunda depresión. Su esposa falleció en un accidente de carruaje, y tras esa terrible perdida no ha sido capaz de levantar cabeza. Su amable vecina, la viuda Mireia, le anima todo lo que puede para que siga adelante y deje partir la figura de su amada esposa. En uno de esos intentos, una cena a la que se invita a gente del pueblo, el doctor Bouzas conocerá una historia que le carcomerá la mente. La historia de los hechiceros Voodoos y su capacidad para reanimar cuerpos inertes. La obsesión por traer de vuelta a su amada esposa le llevará al otro lado del atlántico. Pero allí encontrará más de lo que quería.
Los que ya han leído la novela entenderán que decida alterar las sinopsis oficiales de la historia. Y es que esta peca de contar más de la cuenta. Sin duda, en mi opinión claro esta, este resumen se queda en el punto justo para no revelar demasiada información, pues lo mejor de esta novela llega en el punto en el que César arriba en las cálidas tierras de Cuba.

En Cuba tenemos ya nuestras primeras dosis de terror. La escena de Bouzas agazapado en la maleza mientras escucha un ser desconocido surgir del pantano cercano es sin duda uno de mis pasajes favoritos. Es un pasaje breve pero intenso que nos adentra en el mundo tan gigantesco que se abre ante Bouzas. Es el primer paso del buen doctor en las ignotas tierras del horror y la locura. Y como tal cumple su cometido a la perfección.

Y desde ese punto la novela no cesa de lanzarnos escena tras escena. Ampliando su historia con más información y queriendo que la devoremos. Un sentimiento mutuo pues las páginas pasan rápidamente entre los dedos a fin de continuar las andanzas tortuosas de César Bouzas.

Lo mejor para mi fue ver a Nyarlathotep tal como yo lo concibo. Una mente brillante que utiliza todo lo que tiene a su alcance para conseguir su propósito. Se nota su inmenso poder, pero también su aguda inteligencia. Verle torturar a César de todas las formas posibles para derrumbarlo por completo a fin de que este actúe sin rechistar bajo sus ordenes es la mejor parte del libro y con la que más he disfrutado, y es que me encanta ver como los Dioses juegan con los mortales.

El único fallo que le podría sacar a la novela, a parte de que es demasiado corta, (desearía seguir leyendo durante más y más tiempo, y esperemos que David Quinto nos deleite con más relatos en el futuro para enmendar esa brevedad de su primera obra) es el uso de las comas en lugar de puntos. No es algo muy grave, no afecta a la lectura ni a la inmersión en la historia, pero he llegado a encontrar una página entera de texto sin un solo punto, con las frases conectadas unas a otras a base de comas. Es algo que me recuerda al estilo que usaba Lovecraft en su obra, así que podría tratarse de algo intencionado.

A parte de ese punto, la historia es un reloj suizo. Desde la primera página avanza sin parar. Estoy convencido de que Lovecraft estaría orgulloso de que su universo siga tan vivo a día de hoy y que saquen obras como esta que día a día van expandiendo el horror cósmico más allá de Providence.  Y es que me resulta increíble y gratificante comprobar que ochenta años después de su muerte Lovecraft siga siendo, no solo recordado, sino usado como maestro para nuevos talentos. Talentos que lejos de quedarse en Estados Unidos o Inglaterra se distribuyen por todo el globo. David Quinto es uno de estos talentos y tenemos el honor de tenerlo en España. Y, por suerte, no es el único que promueve los cultos a los Profundos, y los impíos cánticos al Dios de las mil caras.

Pero si acabas de terminar la obra del Maestro de Providence y deseas más, te invito a que comiences con esta obra, pues merece tu atención.

Podéis encontrar a David Quinto en sus dos cuentas, una relacionada con el universo de horror cósmico Necronomicón y la otra que se enfoca en su primera obra (Esperemos que lleguen muchas más) David Quinto. En cuanto al Escriba de Nyarlathotep, su primera edición esta cerca de terminar de vender todas sus copias, pero siempre podéis pedirla en vuestra librería habitual. Si no tenéis suerte siempre podéis optar por la versión digital de Amazon.