23 de abril de 2016

Inspiración de una forma original

Imagen Random para no destripar el artículo. Además, Howard me vende muy bien el Blog.
En muchos blogs de gente con más criterio y talento que un servidor se ha hablado largo y tendido de toda índole referente a la escritura de tu novela/relato/cosa, desde los personajes, pasando por la construcción de mundos,  los tipos de narración, o temas más cercanos a la publicación tanto artísticos como la ilustración de la portada, o  más aleccionadores como una reseña.

Ellos hacen este trabajo mucho mejor que yo, y no es falsa modestia, es que yo leo sus artículos para aprender. Así que me puse a pensar (Mentira, se me acaba de ocurrir mirando mi estantería) y di con algo que no he visto demasiado como método de escribir, inspirar o planificar. Algo que a mi si se me da bien: Jugar.


Pero, Erik, todos sabemos jugar, me diréis muchos de vosotros. Si, todos sabemos jugar, pero a veces es mejor que nos recuerden la importancia de dichos juegos y el potencial. No estoy hablando de juegos de rol, por si alguien esta adelantándose en su cabecita. El Rol tiene un potencial virtualmente ilimitado, existen miles de millones de historias por contar en cualquier partida, pero es restrictivo pues sé de buena mano que es complicado jugar en solitario, pero nadie te impide fingir ser seis personajes y el master al mismo tiempo, si lo consigues sin caer en una profunda psicopatía avísame.

A los juegos a los que me refiero son más coloridos y tienen más accesorios. No tardaréis en recordarlos:
No, no son armas letales para vuestros pies.

¿A cuántos les ha entrado ya un vacío reconfortante en la boca del estomago? Los recuerdos de niñez jugando con ellos, o con vuestros propios juguetes. Yo aun recuerdo haber construido un diorama con un juguete, que no duró demasiado por la extraña insistencia de mis abuelos de guardar los juguetes en una caja en el exterior de la casa. Como es normal, un año a la intemperie y los juguetes se habían llenado de bichos o se habían estropeado. Anotado para no hacerlo con mis hijos/sobrinos.

Pero no quiero desviarme ¿Para qué he sacado a LEGO al estrado? Pues para demostrar que no se necesita una palacio mental como Sherlock o una extraordinaria imaginación para inspirarse, diseñar, planificar o escenificar escenas. Todo eso esta a vuestra disposición con vuestros juguetes de infancia, y todos lo sabéis pero lo habéis olvidado. Cientos de horas encerrados en vuestro cuarto, o bajo un sol abrasado tumbados en el suelo, arrastrándoos junto a vuestros muñecos favoritos, creando de la nada un mundo, una historia y una vida para cada muñeco. Vivíais esas aventuras como si fueran vuestras.

Vamos, esto es una historia épica en potencia.
¿Por qué no volver a hacerlo pero con otro objetivo? Dejaos ayudar por vuestro niño interior y poneos a jugar como si nadie os viera, ¡Qué demonios! Aunque os vieran, ¿Qué más da? Vosotros ya no estáis allí moviendo un trozo de plástico y poniendo voces raras. Estáis en Narnia ayudando a Aslan a asaltar el palacio de hielo; estáis en Nueva York investigando unos crímenes rituales; estáis en medio del océano pacífico a punto de descender a una plataforma submarina para rescatar a unos científicos.

Las posibilidades, al igual que con el rol, son infinitas. No solo es un detonador creativo, os puede ayudar de maneras que no podría ni imaginar yo mismo. Vosotros ponéis los límites.

¿Estás escribiendo una historia ambientada en un pueblecito pero se te da mal dibujar? Construyelo, no necesitas gastarte una fortuna en LEGO o Playmobil, puedes poner cuatro bloques para representar cada casa, o árbol, o usar cartón. Tus muñecos son tus personajes y ellos no van a ver trozos de cartón mal pintados, van a ver el pueblo de tu libro y van a vivir entre  sus calles.

Aun me estoy preguntando cómo han traído al perro.
¿Te has quedado atascado en un dialogo porque te parece muy artificial? Pon a tu mejor Action-Man y tu más inteligente Barbie uno frente al otro y dales vida, déjales que se muevan como lo harían esos personajes y verás como de golpe ese dialogo soso cobra vida con cada movimiento que realizan las figuras.

¿Y si no se te ocurre nada sobre lo que escribir? Teclea cualquier muñeco que se venda en set y ve pasando páginas de imágenes. Yo mismo mientras buscaba imágenes para el artículo he visto más de una docena de set que me han dado mil ideas. Una caja con un barco y un mini-submarino me ha llevado al fondo del mar en busca de un antiguo barco naufragado para encontrar las joyas de una princesa.
Esto, a parte de estar pixelado, es puro oro. Ya imagino una maldición que los obliga a buscar a su asesino por los siete mares.

¿Veis? Ni siquiera es necesario que gastéis dinero en comprar un juguete. Básicamente porque cuestan entre riñón y medio, riñón y tres cuartos, y salvo que seáis millonarios o tratéis muy bien (Y no los hayan tirado) los de vuestra infancia no tendréis acceso a una gran gama de ellos. Este artículo era (Aparte de una forma de sumergirme en mi vena más infantil  para recordar esas largas tardes creando mundos) más una nueva idea, un camino alternativo o complementario al resto, así que podéis usarlo de dicho modo. Incluso podéis usar peluches o las figuras que venden los chinos de porcelana por sesenta céntimos.
Soy consciente de que no todos podemos comprarnos esto. OJALA. 

En caso de que seáis como yo y la edad no haya hecho mella en ese instinto de girar el cuello al pasar por cada jugueteria, podéis optar por ir a Rastros y Mercadillos, en Madrid tenemos la suerte de que el nuestro tiene puestos dedicados a juguetes antiguos pero seguro que sacáis algo de cualquier rastrillo por poco dinero, y si no os sirve para nada este sistema porque no estáis tan mal como yo, siempre os quedará un grato recuerdo de niñez en la estantería.
Por unos pocos euros podréis compraros un par de estos.

Y hasta aquí el repaso nostálgico como método creativo. Espero que alguien encuentre útil este sistema, o al menos que disfrutase de recordar esos años.

Hasta la próxima queridos.
Aquí tenéis un reto. Contadme la vida de todos ellos. 

1 comentario:

  1. A mi de adolescente me encantaba jugar con mi hermana a las Barbies -aunque si me preguntaban decía que mi hermana me obligaba- porque me inventaba mil historias que poder jugar, recrear y más tarde escribir. Es una muy buena recomendación, sobre todo cuando estás atascado porque, al jugar, te dejas llevar con muchísima más libertad.

    Me ha encantado tu entrada ^^

    ResponderEliminar

Por cada comentario que dejes, un alma gritara en los límites de R'Lyeh para despertar de su muerte aletargada al gran Cthulhu